lunes, 27 de febrero de 2012

Borrado en discos I


Este post lo monté cuando estaba en el FTSAI (allá por finales de 2009 hasta mediados de 2010). Por desgracia, no he visto el momento de publicarlos. No me acuerdo si era porque no estaba muy seguro de hacerlo, o quería buscar más información. No me acuerdo. Pero he dado cuenta de que ahora sí que lo puedo hacer.

Por supuesto he hecho un pequeño repaso de lo contado y corregido errores tipográficos, he arreglado expresiones...
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Pongamos un escenario.

Estás moviendo ficheros de una carpeta a otra. Fichero arriba, fichero abajo. Borrando este que no sirve para nada:

Borrando un fichero

borrando este otro que tampoco sirve...

Borrando otro fichero

No!!!! Espera!!!! Sí que servía, sí que servía!!!! Espera, espera!!!! Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaagh!!!!! M|/^*a. ¿Qué hago ahora? Sniff... :( Era un fichero muy importante. 

Ahora uno está taquicárdico. No sabes qué hacer. Tal y como hemos eliminado el fichero ese es su estado: eliminado. Y no lo encuentramos en la papelera de reciclaje (que seguro que miramos ahí dentro aún sabiendo que no va a estar).

Ahora, un poco de conceptos del almacenamiento de datos (muy básicos e imprescindibles).

Los discos duros están divididos en unas unidades con el nombre de sector. Un sector es el "hueco" mínimo donde se van a meter los datos. Si hemos formateado el disco en NTFS cada sector tendrá 512 bytes. Los ficheros y directorios se almacenan en clusters: agrupaciones enteras de sectores. Además, hay que tener en cuenta que los clusters donde se almacenan los datos no tienen por qué ser contiguos.

Vale. ¿Y cómo sabe qué cluster puede utilizar? Porque éstos tienen un "campo" que indica si está libre u ocupado. En el momento en el que eliminamos un fichero lo que se está haciendo es marcar ese espacio como "libre". Así, otro dato lo ocupará en el momento más oportuno.

Pongamos otro ejemplo:
Estamos con un disco lleno de porquería y queremos limpiarlo de raíz. Así, vamos a formatear el disco duro. Utilizamos la utilidad adecuada y... ya está. Limpito como una patena. Después, querremos trabajar con unos datos... que ya no están en el disco. Volvemos a maldecir. Nos hemos vuelto a cargar los datos que necesitábamos. ¿Qué hago? Bueno. Ya que he explicado qué sucede al eliminar un fichero, será mejor que explique qué hace por debajo a la hora de formatear un disco.

Formatear: Ref: informática: dícese de asignar formato a una unidad de almacenamiento.
Formato: Estructura interna que define cómo se comporta, trabaja y almacena, además de las características de un sistema de ficheros, dependiente del sistema operativo.

Así, al formatear se definirá la estructura que va a tener el sistema de ficheros. Además, se establecerá la forma en la que se van a almacenar los ficheros. Así, en este punto, todos los sectores (o la agrupación que se utilice) estarán libres para el sistema operativo. Hay que tener en cuenta que hay información necesaria para el manejo de los datos del usuario que se tienen que almacenar en la unidad en cuestión. Por eso, cuando se compra un disco y lo formateamos no tendrá toda la capacidad útil que hemos comprado, porque la restante que no utilizamos se está utilizando para mantener esa información.

Así, no siempre que se formatea se machacan los datos que tenemos en el disco. De hecho, algunos formateos, lo único que hacen es marcar cada uno de los sectores como libres.

Conclusión:

Luego. Si tanto en el primer caso, que hemos eliminado un fichero, como en el siguiente, que hemos formateado, no se machaca ningún sector, el fichero que necesitamos se podrá recuperar.

¿Programas que permiten hacer esto? La vedad, no he utilizado ninguno. Pero uno que me sonaba era Recuva (que es de los que hay que tener instalado antes del desastre).

Buscando en Google encuentro un sitio curioso en el que parece que puedes buscar estos programitas por tu cuenta.

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