Alguna vez ya os he hablado de los user-agent y de la posibilidad de engañar al servidor web indicándole que se está utilizando un cliente web distinto al real.
¿Qué más se puede hacer?
Bueno. Se puede explotar la vulnerabilidad que ha recibido el nombre de shellshock.
Esta se encuentra en la conocida shell: bash.
Así es como funciona: defines una variable que contendrá una función anónima (no me acordaba que se llamaban así) y además, cuando la cierras, más código. El problema está en que al llamar a dicha variable, no detecta el fin de la función y continua ejecutando el resto del código.
Desde el blog de @jordi_prats, Systemadmin, nos cuenta cómo se puede hacer. (Escrita la URL a mano).
También hay otro ejemplo desde el blog de Eleven Paths. Aquí se puede ver más el alcance de esta vulnerabilidad.
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