Había uno o dos que me encantaban.
Uno de ellos se llamaba Jezzball.
Inicio de JazzBall
Este juego trataba de ir encerrando las bolas, que iban rebotando en las paredes. ¿Cómo? El puntero del ratón se convertía en una flecha bidireccional. Podía ir de izquierda a derecha o de arriba a abajo. Para cambiar ese sentido se hacía click con el botón derecho del ratón. Así, para ir encerrándolas, había que hacer click con el botón izquierdo del ratón.
Encerrando las bolas.
Como se puede ver, ya he separado dos bolas. Eso lo hará más sencillo porque la dificultad radica en que las bolas no pueden tocar ninguno de los lados de la barrera mientras que está se está creando.
Bolas casi encerradas al completo.
La verdad, no me acuerdo el porcentaje al que había que llegar para pasar al siguiente nivel. Creo que era un 75%. Como se puede apreciar, a medida que hay zonas se quedan inutilizas allá donde no hay cabida para ninguna bola. Una vez he pasado este primer nivel, el siguiente tiene 3 bolas. Y, según he visto, tengo 3 vidas. De las cuales, en la siguiente captura, ya he perdido 2.
Nivel 2, con 3 bolas. A un 69%.
También me he dado cuenta del temporizador. Hay un tempo determinado para acabar el nivel.
En el momento en el que se perdía, las bolas se quedaban en el sitio rodando sobre sí mismas.
Y poco más puedo contar de este juego.
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